En un entorno donde nuestros datos son moneda de cambio, Signal se erige como un baluarte de privacidad, liderado por Meredith Whittaker. Bajo su dirección, esta aplicación no solo desafía las normas de Silicon Valley, sino que demuestra que la tecnología puede ser ética y sostenible sin sacrificar nuestra seguridad.
Puntos clave:
- El nacimiento de Signal: Un vistazo a cómo una herramienta para los más preocupados por la privacidad se transformó en una plataforma global imprescindible.
- Meredith Whittaker al mando: Desde su activismo en Google hasta liderar Signal, Meredith representa una fuerza imparable en la lucha por una tecnología más ética.
- Un modelo sin precedentes: A diferencia de otros gigantes tecnológicos, Signal opera como una organización sin fines de lucro, resistiendo el capitalismo de vigilancia.
- Los desafíos que vienen: Signal enfrenta retos significativos, desde encontrar fuentes de financiación sostenibles hasta expandirse en Europa en un clima geopolítico complejo.
- IA y privacidad: Meredith Whittaker subraya la conexión inquietante entre la inteligencia artificial y la vigilancia masiva, defendiendo la misión de Signal de proteger la privacidad.
- Puedes escuchar el capítulo especial de Ada Lovelace y el de Stephanie Cohen.
Y puedes leer el artículo original de Wired.