El Inminente Colapso Económico de China

Mientras el mundo sigue observando, China, la segunda economía más grande, podría estar al borde de una década económica perdida similar a la experimentada por Japón. Esta situación surge de una combinación de políticas económicas desequilibradas, una enorme burbuja inmobiliaria y crediticia, y un ambiente internacional de deterioro en las relaciones comerciales con Estados Unidos y Europa.

El Desarrollo de la Burbuja Inmobiliaria y Crediticia

Durante los últimos 15 años, China ha enfocado su estrategia económica en la inversión, que ahora representa más del 40% de su economía total—aproximadamente el doble de la proporción en Estados Unidos. Este enfoque ha llevado a un exceso significativo de capacidad manufacturera, destacado por la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, quien ha advertido a China contra la exportación de este exceso a Estados Unidos.

Kenneth Rogoff, de Harvard, señala que el mercado inmobiliario chino, impulsado por un crédito abundante, ha crecido hasta representar cerca del 30% del PIB del país, un 50% más alto que en los países industrializados avanzados. Desde 2008, el crédito en China ha aumentado en un 100% del PIB, superando las tasas previas a la década perdida de Japón en los 80 y el estallido de la burbuja inmobiliaria y crediticia de Estados Unidos en 2008.

Estallido de la Burbuja y Sus Consecuencias

La política de cero COVID y otros desafíos recientes han llevado al estallido de la burbuja inmobiliaria y crediticia en China. Los precios de la vivienda han caído y la demanda se ha desplomado, resultando en 65 a 80 millones de viviendas desocupadas que agobian la demanda nueva. Empresas inmobiliarias importantes, como Evergrande y Countrywide, han incumplido en sus préstamos, exacerbando los problemas financieros de los gobiernos locales.

Limitaciones en la Política Económica de China

En el pasado, China podría haber recurrido a políticas presupuestaria, monetaria y cambiaria para estimular su economía. Sin embargo, actualmente, estas herramientas parecen limitadas. El apoyo necesario para los gobiernos locales y el sistema bancario restringe el margen para un estímulo presupuestario adicional. Además, las medidas para estimular la demanda de exportaciones mediante la devaluación de la moneda podrían provocar reacciones adversas de sus principales socios comerciales, como destacó Yellen en su visita reciente a Beijing.

La Necesidad de Reformas Económicas Fundamentales

El FMI ha sugerido que la mejor salida para China sería emprender reformas económicas fundamentales que aumenten el consumo interno mejorando la red de seguridad social. Sin embargo, el presidente Xi Jinping parece reticente a avanzar en las reformas de mercado que propiciaron el crecimiento económico de China en décadas anteriores.

La posibilidad de que China enfrente una década económica perdida es alta, y este escenario podría tener repercusiones significativas en la recuperación económica mundial. Los observadores globales y los inversionistas deben mantenerse atentos a cómo China maneja estos desafíos sin precedentes en un panorama económico global cada vez más interconectado.

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